El 30% de los habitantes de Kuching (donde ahora estamos) es de origen Chino; por lo tanto un día antes de la la víspera, es decir el 5 de febrero, la ciudad amaneció, mas bien no amaneció, todo estaba cerrado: los restaurantes, los museos, hasta los cibercafes. Sarah y yo teníamos que decidir entre pasar un día sentados en el muelle o movernos de ciudad. Escuchamos de una casa de huéspedes en medio de la selva que se veía bastante bien, el precio era un poco alto para nuestro presupuesto, pero por pasar dos días de comodidad bien valía la pena comer menos y quizás… sacrificar la cerveza!!
Dos horas después de nuestra inesperada decisión ya estábamos en camino a DAMAY «deluxe homestay» (las comillas son mías). Tres caninos nos reciben con súbita alegría. Nos registramos en inspeccionamos la casa. La casa es la representacion perfecta del lugar que elijarías para pasar tu vejez tomando café, leyendo, nadando y pensando en tus aventuras de la juventud.
El resto del día hicimos todo lo-que-realmente-tienes-que-hacer del lugar: Desde la caminata a la playa a la caminata a la caminata de la selva. Hasta me parece haber jugado con los perros, no entiendo como el tiempo en Internet se acaba tan rápido.
Por la noche, después de cenar atún y crackers, encontramos al dueño del Homestay quien nos invito a una carrera al día siguiente. Preguntamos si era para celebrar el año nuevo Chino y nos dice que no, que todos los chinos celebran en sus casas, que la carrera la hacen cada miércoles y que no habrá chinos. 20 minutos después regresa con dos cervezas de cortesía (ya empezaba a caerme bien este chavo) y nos recuerda que no nos olvidemos la carrera, que habrá un pequeño convivio después de ella. Súbitamente Sarah pregunta si es parte de los Hash House Harriers?
HHH??? Los HHH son como ellos mismos se definen ‘a drinking club with a running problem’ que en castellano seria ‘un grupo de bebedores con un problema: correr’ Yo no tengo problema con correr (Sarah si) pero, me llama formar parte de un grupo de bebedores. Así, que why not give it a try?
La tarde del día siguiente, un poco nervioso, me preparo para «correr». Llegan los Hash y ninguno de ellos parece realmente tener el problema de correr, pero es obvio que pertenecen a un club de bebedores.
Los dos «conejillos» de la semana salen y van marcando la ruta con pedazitos de papel. Nosotros esperamos 20 minutos antes de salir. Mientras, el patrozinador del Hash de la semana nos explica las reglas y nos da la bienvenida: «es la selva, no hay camino marcado y es posible perderse, si en algún momento sienten que están extraviados traten de buscar los papelitos, quedense ahi y griten. Es importante que se queden donde las señas, de otra forma pueden perderse para siempre» Después de estas palabras tan motivantes salimos corriendo, bueno en realidad un poco mas lento que caminando, no es posible correr entre todas las raíces y plantas que cubren la ruta. Una hora mas tarde y después de haber alcanzado a los conejillos a la mitad del camino, Sarah y yo estamos de vuelta en la casa y nos felicitan y esto y lo otro. Lo importante, ya tenemos derecho a estar en el club de bebedores y, claro, refrescarnos con los beneficios de la membresia.
Los Hash empiezan a aparecer esporádicamente, uno a uno, y una hora mas tarde ya han regresado todos menos dos. Una llamada telefónica aclara todo George (el que nos dio las instrucciones) y Patricia se han quedado a mitad del camino y se han perdido. Hay que regresar a buscarlos. Se organiza una expedición de rescate, de la cual habilmente me desafano, Sarah no lo logra y tiene que cumplir las obligaciones solidarias de los Hash y embarcarse en la búsqueda de dos camaradas extraviados. Mientras, los Hash no tan solidarios atacan las alas de pollo, las papas cocidas y el curry. Yo sigo bebiendo cerveza. La expedición regresa una hora mas tarde, con los dos extraviados claro, y todos los felicitamos y luego seguimos bebiendo y algunos comiendo. Este espíritu de los Hash me hace ya amarlos.
Los héroes de la noche comen y beben merecidamente, yo me uno a ellos, y como y bebo. Despues de la cena se organizan juegos y nos dan la bienvenida oficial a los HHH. Después platicamos con los, ahora, hermanos de secta. Hasta que una serie de fuegos artificiales irrumpe en las conversaciones y nos recuerda que el año de la rata ha llegado. Y todos nos deseamos ‘Gong Xi Fa CAi’ (feliz año nuevo en Chino) y la fiesta sigue y alguien nos recuerda que la comida y la bebida es gratis, pero que tenemos que pagar la tarifa que te da derecho a correr. Y por ahí se siguen oyendo brindis y risas y alguien canta el himno de los Hash…
Supongo que es bello, lo que vives
él supongo porque suena irreal
Extraordínario, ajeno.
Feliz Año chino y todos los demás.
Saludos a ella que no conozco.
Estimado
Entre el aroma del café y una carcajada, está el recuerdo de ustedes.