Photographs Not Taken (Fotografías No Tomadas) es una reciente publicación de la editorial Daylight que reúne ensayos realizados por fotógrafos acerca de momentos que por alguna razón no fueron convertidos en fotografías. El libro es editado por Will Steacy, quien le pidió a cada uno de los 62 fotógrafos participantes que abandonaran las herramientas tradicionalmente necesarias para realizar una fotografía y en su lugar describieran las experiencias que no pasaron por el lente. Steacy escribe: «aquí el proceso de realizar una fotografía ha sido invertido en lugar de mirar a través de la lente, estos ensayos miran directamente en la imaginación para revelar de donde vienen las fotografías en su forma más pura y primitiva  –la idea original.»

A través de estos ensayos, los fotógrafos nos dejan entrever la complejidad emocional que representa el tomar –o no –una imagen. Los ensayos reflexionan acerca de la oportunidad perdida y de los motivos que llevaron a decidir no fotografiar. En algunos casos fue mas una obligación, como en la historia de Matt Salacuse; quien mientras visitaba a su padre en un hotel de NY vio a Tom Cruise y Nicole Kidman con su recién nacido–adoptado. Salacuse, imaginándose las portadas que su foto ocuparía, salió del hotel a posicionarse cerca de la limosina mientras esperaba a que la pareja emergiera. Justo cuando Salacuse se disponía a tomar la foto Cruise lo mira fijamente y muy calmado le dijo: «no vas a hacerlo.» Salacuse escribe: «debió haber sido un loco truco mental cientológico… porque lo mire y le dije: ‘tienes razón, no lo haré’ y no lo hice.»

En otros casos, los fotógrafos son forzados por el impacto del momento a dejar la cámara y participar en él. Por ejemplo, cuando Ed Kashi, que regresaba a Lahore, Pakistán, presencio un horrible accidente carretero en el cual una pareja con su hijo de dos años acaban de chocar contra un camión. En lugar de fotografiar Kashi intento ayudar. Ed escribe: «mientras los días pasaron y los fantasmas de esa escena, se extinguían y transformaban, me di cuenta de que necesitaba un claro documento de lo que había presenciado… esto sirvió como otro claro recordatorio de que lo que fotografío es lo que recuerdo.»

Debo decir que fue muy grato encontrar un libro de fotografía no enfocado en técnicas de iluminación; o, grandes debates sobre la composición; o, cargado de imágenes vacías de historia. Este libro se enfoca en historias de vida; en memorias que, como Aaron Schuman especula, quizá: «son las fotografías que guardamos, no las que tomamos.»

Estás reflexiones sobre las oportunidades perdidas, nos ayudarán a entender que sí bien: no podemos regresar el tiempo y atraparlas; al menos no estamos solos en el sufrimiento.

 

Texto originalmente publicado en el Jolgorio Cultural No. 58

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