
El término “momento”, según Jorge Silva, puede englobar en una sola palabra lo que significa la fotografía, ya que “es la captura de un instante.” A diferencia de otras especialidades como el video, que te permite seguir una secuencia, la fotografía es un instante en el que tienes que meter todo lo que está pasando. Tiene que capturar todo y contarte un suceso,” comenta el fotógrafo en entrevista con Lamudi.
El trabajo de aficionado de su padre, con una cámara de video casera, provocó el interés de Jorge por la fotografía. En la universidad, Jorge adquirió su primera cámara, una Kodak R35. Sin imaginarlo, la fotografía empezó como un pasatiempo; empero, años después, se convirtió en su forma de vida y profesión, teniendo sus orígenes en los trabajos para sus amigos y conocidos.
“Como en cualquier arte, el fotógrafo nace y se hace. Nace con algunas habilidades y después las desarrolla con la práctica y mucha disciplina,” menciona Jorge. De esta forma, a su talento innato se le añadió su formación en el Brooks Institute en Santa Bárbara, California y el aprendizaje en Enrique Bossterman y Christian Besson. Además, se sumó la inspiración de fotógrafos como Ansal Adams y Galen Rowell.
El retrato de distintos platillos que componían un menú, fue el primer trabajo de Jorge. La invitación fue de uno de sus amigos, quien conocía su gusto y talento por la fotografía. Con el paso de los años, Jorge dominó distintos tipos de fotografía. Su primer proyecto arquitectónico fue retomado por el periódico Reforma, en su suplemento inmobiliario llamado Entre Muros.

Sobre la publicación de su primer trabajo, señala: “sentí que iba por buen camino. En el momento que te publican quiere decir que tu trabajo gusta.” Talento y preparación adecuada han sido los dos elementos que han contribuido en la carrera de Jorge, sin embargo, lo que le ha situado entre los mejores ha sido “la experiencia. Los años de apretarle el botón a la cámara te ayudan a complementarlo.”
Un proceso de continuo aprendizaje ha sido el ejercicio profesional de Jorge Silva como fotógrafo de arquitectura. El trato humano tanto con arquitectos como con los dueños de los inmuebles, ha sido una de las aportaciones que le ha dado su profesión. Él se considera un invasor de la intimidad y vida de esas personas, y por eso considera que el pulir el trato es fundamental.
La transición de la fotografía analógica a la digital ha provocado una actualización constante. Al respecto, Jorge comenta: “La tecnología le abre a la fotografía nuevas posibilidades de imágenes.” Antes, con pocos recursos, se llevaban a cabo diversas propuestas, la mayoría de corte vanguardista. Actualmente, hay una gran variedad de horizontes para la práctica fotográfica.
“Tienes que usar la tecnología sin que deje de ser fotografía. Si las imágenes se ven como un render o una ilustración, en ese momento ya no estás haciendo fotografía,” comenta Jorge. Mas, sin ser conservador, remarca que con el uso de esas nuevas tecnologías, se hagan o no fotografías, “creas algo distinto que puede ser muy artístico.”
Esta enseñanza recurrente ha sido el punto nodal que ha llevado a Jorge a la reflexión de que la fotografía más importante será la que hará mañana. Por ello, señala que “en el momento en que defines cuál es tu foto más importante, en ese momento no tiene caso que sigas trabajando.” Sin embargo, no rechaza tener fotos predilectas, como las que existen en los trabajos de Santiago Calatrava o Francisco López-Guerra.
“La fotografía habla. Tiene que expresar,” comenta Jorge. Empero, lo que comunica la fotografía arquitectónica es muy distinto con otras prácticas profesionales fotográficas. Comparada con la fotografía de prensa, en la cual se tienen pocos segundos, la de arquitectura dispone de más tiempo.
Pero, la utilización de la luz natural en la fotografía arquitectónica es más difícil comparada con la publicitaria. Manejar las fuentes de luz en el modelaje o los products shots, se diferencia totalmente con la arquitectura, cuyo control resulta más complicado, ya que está condicionada a la luz natural y a la pericia o paciencia del fotógrafo para trabajarla.

En lo que respecta a las obras, Jorge señala que tienen personalidad propia: “las encuentro como un ser humano […] tienen sus líneas, su luz, su textura como la piel, su transparencia… la personalidad se las da el arquitecto.” Además, la fotografía arquitectónica tiene como finalidad “expresar la obra del arquitecto o interiorista. Todas las obras arquitectónicas tienen un mensaje, una esencia”.
Sin duda, el ejercicio fotográfico lleva implícito retos muy especiales, principalmente con las grandes construcciones y en relación a “la posición del fotógrafo para captar a obra completa.” Lo anterior se refiere en la toma de una montaña o edificio, hasta el uso de un helicóptero, tal y como sucede con el proyecto que Jorge realiza en Dubái, en el hotel Apeiron.
En lo que respecta a los espacios exteriores, el ejercicio fotográfico enfrenta algunos obstáculos, ya que deben obtenerse permisos de particulares o autoridades, también sobre cables y postes de luz o algún otro elemento que obstruya la fachada.
Por esta razón, Jorge sugiere una estrecha colaboración entre fotógrafos y arquitectos. Recomienda el acercamiento a la esencia de la obra de los buenos arquitectos y subraya la importancia de la fotografía para exponer un proyecto a otros clientes. Además, recalca la necesidad de conocer lo que se le pedirá al fotógrafo, gracias a un bagaje más amplio del lenguaje de la cámara.

Ápeiron, según la filosofía griega clásica, es aquello que no puede ser definido. El origen del nombre del Hotel Apeiron, en Dubái, proviene de dicho término griego. Este hotel está construido sobre el mar y el registro del paso a paso de su obra lo encabeza Jorge Silva. Empero, el trabajo de Silva, bajo el lente en el extranjero, tiene otros horizontes más establecidos.
Enviar correos electrónicos con fotografías a diferentes publicaciones extranjeras, ha sido la herramienta utilizada por Jorge para dar a conocer su trabajo. Sin duda, ha tenido respuesta de la mayoría de ellas. Actualmente, Jorge busca expandir su campo laboral a Estados Unidos y Canadá, tal vez, incursionar en Japón, Rusia y China. Sobra decir que su talento y cámara encuadrarán las construcciones de esos países.

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Entrevista vía www.lamudi.com.mx/journal/
Si quieres conocer más del trabajo y trayectoria de Jorge Silva, no dudes en visitar su página: http://www.jorgesilva.info/
Para contactarlo, puedes mandar un correo a js@jorgesilva.info o marcar al +52 (55) 1647 0167
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